La hora de comer del bebé puede provocar que salga el artista que lleva dentro. Es natural que la comida del bebé acabe por todas partes: en las paredes, en la ropa, en el suelo… mientras tanto, el bebé sonríe y disfruta de su comida.
Este es uno de los pocos "escenarios caóticos" saludables que no debemos tratar de evitar. Los niños aprenden a explorar la comida y saborearla a través de estos momentos. ¡Intenta no aburrirte, disfruta y diviértete, porque pasa muy rápido!
Si bien no podemos ayudarle con el arte improvisado, podemos sugerir algunos consejos para aprovechar al máximo estos momentos y disfrutarlos juntos.
De esta forma, el bebé podrá descubrir las texturas de los alimentos, como una fruta o incluso una galleta. Apuesta por baberos clásicos o impermeables para evitar que la ropa se ensucie, aunque somos conscientes de que esto puede ser una misión imposible.
Así, el bebé comenzará a fijarse en cómo comer con los cubiertos e intentará reproducirlo por imitación. Cuando el bebé empiece a sentarse en la trona, apuesta por platos, cubiertos y vasos adecuados a su edad, lo ayudarán en su desarrollo y autonomía.
Mantén horarios regulares y disciplinados para facilitar el proceso y hacer que las comidas del bebé sean más tranquilas y agradables para todos.
Descubre nuestras sillas y utensilios de comedor, te ayudarán a que la hora de comer del bebé sea un poco menos caótica:
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