Zzz... los padres tienen sueño...

Rutinas de sueño del Bebé

Las rutinas y patrones de sueño de un bebé son un poco un misterio para los padres. Varían de un niño a otro y evolucionan a medida que los niños crecen. Cuando están durmiendo, parecen dulces: tranquilos y pacíficos, ¡pero la realidad no es así!

Las técnicas de sueño son de lo más variadas y no podemos decir que haya una correcta, ya que cada bebé es diferente. Sin embargo, es importante asegurarse de que exista un ritual de desaceleración, en el que los estímulos visuales y auditivos disminuyan progresivamente para que el bebé se calme. Es una preparación para la hora de dormir y esta transición debe hacerse de forma suave y positiva, para que el recién nacido interprete este final del día de forma natural y no obligatoria.

Consejos y sugerencias para un sueño tranquilo

Cada familia tiene sus ritmos y rutinas, por lo que cada uno deberá adaptar nuestras sugerencias a sus necesidades en el día a día.

— La hora del baño puede iniciar este ritual de desaceleración. Un buen baño caliente, con un aceite de aroma suave y música relajante, ayuda a preparar el estado de ánimo del bebé para esta nueva rutina.

— Aplica la crema hidratante acompañado de un masaje.

— Disminuye la presencia de luces y ruido en el hogar.

— Habla más despacio y en un tono más bajo al habitual.

— Léele un cuento antes de dormir. Si es muy pequeño, cántele una canción de cuna.

— Acostar al bebé con un doudou puede ayudarlo a dormir mejor. Antes de eso, no olvides dormir con el doudou un par de noches para que absorba tu olor. Es una forma de que el bebé se sienta más seguro.

— Las luces de posición siempre son un buen aliado, ya que ayudan a crear un ambiente seguro y tenue.

Hablemos de seguridad: ¿sabes cómo preparar al bebé para dormir?

Tratar de poner a dormir a un recién nacido puede ser una misión desafiante, al igual que garantizar la seguridad del bebé durante el sueño. Por lo tanto, se deben tener en cuenta algunos factores importantes para lograr un sueño tranquilo y sin accidentes para el bebé.

Durante el primer año del bebé, es recomendable mantener la temperatura ambiente de la habitación estable, entre 18 y 21 grados centígrados. Cuando acuestes al bebé en la cuna o cama, colócalo boca arriba con los pies contra el fondo de la cama, cubriéndolo solo hasta la altura de los hombros. Evita que se quede completamente tapado, ya que correrás el riesgo de que se sobrecaliente, y prescinde del uso de almohadas.

Dentro de la cuna o la cama no dejes ningún objeto, como mantas, almohadas, peluches u otros juguetes, pañales de tela, lazos o cintas… . A su vez, el disco del chupete debe tener al menos 4,3 cm de ancho y contar con orificios de ventilación. No coloques cuerdas para asegurar el chupete alrededor de su cuello, ya que el movimiento del bebé mientras duerme puede causar estrangulamiento.

Utilizar un intercomunicador de vigilancia es un buen aliado para darte un poco de descanso, pero aún así debes revisar con frecuencia que tu bebé está tranquilo y calmado en la cuna.

Todas estas reglas pueden parecer un poco extremas, pero son fundamentales para que tu bebé duerma tranquilo y seguro. Recuerda: ¡la seguridad del bebé es tu mayor descanso!

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